jueves, 4 de noviembre de 2010

4 de Noviembre: Juliaca enlutece, Puno celebra (Lo que nunca debemos olvidar)

Un día como hoy, Juliaca se desangraba en una lucha que constituyo un antes y después para nuestra tierra.

Fueron muchos hechos que se suscitaron aquél 4 de Noviembre de 1965, el olvido en el que nos tenía el gobierno central, provocó que nuestra gente de aquellos tiempos, reflexionaran a cerca del futuro de nosotros, si hoy Juliaca tiene lo que tiene, es por la gesta de lo mártires de aqué trágico día, y los Juliaqueños de hoy, debemos recordar a quienes lucharon por nosotros.

El 4 de Noviembre de 1965, marcó para nosotros el despegue esperado al que muchos se oponían, pues se sabía que "si le damos éstas alas a los Juliaqueños" no pararán. Pero el destino de Juliaca yá estaba escrito, sus pobladores marcharon juntos cerrando columnas y no solo consiguieron un "par de alas" para despegar, ademas tambien se logró un respeto para este pueblo trabajador, respeto que se transformó para muchos otros en odio y envidia, por nuestros desarrollo. ¿A quienes me refiero cuando digo 'ellos'? a los Puneños.

Un 4 de Noviembre, también se celebra el aniversario de Puno, y en 1965, muy a pesar de que 'ellos' sabían de que su hasta entonces 'hermana menor Juliaca' se iba a desangrar (pues la protesta Juliaqueña se sabía bien en el interin puneño y de antemano), simplemente nos voltearon la cabeza y prosiguieron con sus festejos.

Puno, convocó a sus instituciones a celebrar como nunca su aniversario, incluso se invitó y confirmo la presencia de funcionarios del Gobierno, que por higiene mental no mencionaremos, precisamente Juliaca vió su oportunidad para poder solicitar apoyo del gobierno central para sus inmensas necesidades, pero también el gobierno nos volteó la cabeza y prosigió con sus actividades.

El pueblo desairado y humillado, por los que hasta ese momento eran sus protectores, entro en una sorpresa total y un pánico seguido de furia mezclado con rabia.
  • ¿Dónde esta nuestra capital del departamento de puno?, que lejos de por lo menos interceder por su hermana menor Juliaca, prefirió festejar con el gobierno central, mientras nosotros nos desangrabamos.?
  • ¿Donde esta nuestro Gobierno central?, que se supone nos debe proteger y ofrecer las necesidades básicas que toda población mínimamente requiere?
Juliaca hizo entonces, lo que cualquiera hubiese hecho en este caso: morir de pie, antes que vivir de rodillas. El pueblo humillado y despreciado inició una protesta que fue rechazada cruelmente por la Polcicia Nacional del Perú y el Ejercito de Infanteria movilizados por estrictas y firmes órdenes del Gobierno Central.

Corrian horas de la tarde de aquel 4 de noviembre de 1965, y la sangre Juliaqueña empezaba a regar nuestro suelo calcetero, la orden, decia "fuego a discresión contra los revoltosos", uno a otro caía herido, y los agentes policiales fueron a por aquellos que defendieron la causa Juliaqueña, identificaron como principal impulsor al alcalde de la Ciudad el Sr. Luis Cáceres Velásquez, y a unos cuantos periodistas de algunas emisoras locales, los maltrataron cual perros sin derecho a nada, la boca de nuestro Alcalde sangraba producto de los puntapies de los solidos Borceguies de los militares, los periodistas que fueron tambien perseguidos, corrieron igual suerte, fueron apresados, y metidos en tanquetas cual delincuentes y ladrones, muchos Juliaqueños yacian en el suelo y otros, llenos de heridas, eran cargados por sus esposas e hijos hacia cualquier refugio que se encontrase.

La bandera Juliaqueña debía mantenerse en lo alto, lucia yá manchada de sangre de sus hijos mezclada con la polvora militar, empuñada por célebres hombres que resisistieron hasta el final, ofrendaron su vida por nosotros,  entre muchos otros fueron: Santiago mamani López, Patricio Quispe, Germán Humpiri y Mariano Pandia, aquellas personas que con su sacrificio dejaron el legado más grande a su tierra Juliaca y a todos los Juliaqueños: "Luchar por su causa, trabajar pos su desarrollo y nunca olvidar la tración de éste día", parecian decir en el lecho de su muerte.

Mientras tanto, En Puno todo era felicidad, se enteraron casi al instante de los hechos que le ocurria a su "hermana menor" Juliaca, lo mismo el gobierno, pero no les interesó en lo más mínimo, muy al contrario prosiguieron con sus festejos y sendos desfiles, llenos de alegria y furor, era un festin que parecian celebrar, ademas de su aniversario, la caída de su ciudad hermana que estaba a 40 minutos de distancia.

Días después, y no contentos con su traición, las autoridades puneñas se dirigieron al Gobierno Central, expresando su total acuerdo por el accionar del gobierno en contra de hombres, mujeres y niños Juliaqueños, le dirigieron un comunicado oficial, en donde expresaban que si se daba libertad al alcalde Juliaqueño (que fue encarcelado en Arequipa) ellos entrarián en una paralización indefinida. La traición del hasta entonces hermano mayor, habíase consumado. Puno le dio por completo la espalda a Juliaca y eso NUNCA LO OLVIDAREMOS... NUNCA.

Viva nuestra Sagrada JULIACA!